No te he visto hace cuatro años, Argentina.
Decir que Te extraño, che... no son palabras adecuadas.
Sos un regalo que Dios me dió por catorce meses.
Todos mis hermanos, quienes conocí mientras viví allí,
Que sepan que tocaron mi alma
y jamás les olvidaré.
Y no importa cuantos años pasan,
siempre seré una hija de Dios,
una misionera,
una discípula de Cristo.
Y siempre soy argentina de corazón.
Decir que Te extraño, che... no son palabras adecuadas.
Sos un regalo que Dios me dió por catorce meses.
Todos mis hermanos, quienes conocí mientras viví allí,
Que sepan que tocaron mi alma
y jamás les olvidaré.
Y no importa cuantos años pasan,
siempre seré una hija de Dios,
una misionera,
una discípula de Cristo.
Y siempre soy argentina de corazón.
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